|
La más prevalente definición
crítica del cine está fundamentada en la idea que este medio
fotográfico registra la realidad en celuloide. Esta definición
deriva de la manera en que fue comprendida la fotografía al final
del siglo diecinueve: parecía lograr el codiciado intento de reproducir
el mundo real. Resultó entonces que la fotografía –y
más tarde el cine– parecían liberar a las artes tradicionales
de la pintura y la escultura del agobio de la mimesis.
Leandro Katz, en su instalación La Ventana de Judas, se pregunta
si el proceso fotográfico, ya sea de la fotografía o del cine,
es realmente mimético. Ubicando al cine en relaciones inesperadas
con otros medios y materiales, combina distintos, y frecuentemente contradictorios,
modos de discurso. De este modo su película –presentando, por
ejemplo, una toma de la luna con entrecortes de frases enigmáticas
como “Una Lluvia Cinematográfica”, y “El Impulso
de Ahorrar”– se exhibe en un ambiente de objetos esculturales,
que incluyen una parasol hecho de fotocopias en color de las páginas
de cuatro libros de aventuras, entre ellos el Robinson Crusoe de
Daniel Defoe, y una construcción multifacética hecha de lona
negra, sin ventanas aunque iluminada por dentro, en un modelo similar a
la María Negra, el estudio en el que Thomas Edison realizara sus
primeras películas en el siglo diecinueve. Los variados elementos
en la instalación incluyen una proyección mural de un intrincado
detalle de una piedra tallada Maya de un pie, que en su paso ilumina la
huella de un pie en una caja de arena ubicada en el piso; una vitrina que
contiene una colección de veintiséis conchas pertenecientes
a una especie misteriosa de caracoles de árbol hallados en los Everglades
de la Florida, cada uno significando una letra del alfabeto y juntos componiendo
un código lingüístico; y varias jaulas pequeñas
conteniendo grillos vivos. Estos diversos elementos requieren distintos
–y quizás mutuamente exclusivos– modos de comprensión,
demostrando lo problemático de la mimesis. De este modo la instalación
se convierte en un complejo texto sobre la epistemología, el cine
y la historia de formas culturales –un sitio arqueológico para
desenterrar aserciones ocultas del entendimiento y la percepción.
Dos antecedentes, uno de una obra literaria, el otro de la tradición
de la instalación de cine como obra de arte, informan al proyecto
de Leandro Katz. El texto literario Impressions d’Afrique (1910), del autor y dramaturgo Raymond Roussel. El influyente texto de Roussel
es un extraordinario catálogo de descripciones de objectos y aparatos,
gentes y eventos, sujetados a través de una trama frágil.
Su estructura esta basada en un sistema elaborado de juegos de palabra y
de asociaciones que establecen una narrativa apremiante. Y también
de esta manera en la instalación de Leandro Katz, el espectador reúne
y conecta los varios elementos de una red que implica una posible narrativa.
Con respecto a las fuentes de Leandro Katz en el medio del cine, durante
las décadas de los 60 y los 70, los artistas comenzaron desplazar
al cine del entorno tradicional de la sala teatral y a ubicarlo en la galería
o en otro entorno distinto. Se produjeron así películas diseñadas
para ser proyectadas en vapor o en diferentes superficies dentro de ambientes
especialmente construidos, para ser vistos junto a danza y actuaciones,
o en conjunción con estructuras esculturales. Todas esta variadas
formas y procesos, como en La Ventana de Judas, nos motivan a reevaluar
la naturaleza del cine: no representa así un inmutable aspecto de
la realidad, visto e interpretado exclusivamente dentro del confinamiento
de la pantalla, sino que en cambio, el cine es un medio de la imagen en
movimiento, temporal, flexible, que puede ser leído en modos distintos
dependiendo de la ubicación física y el contexto estético
que lo rodea.
–lohn G. Hanhardt©1982, Curador. Whitney
Museum of American Art - Film y Video |
|